Mazembe: Por primera vez en la historia un equipo africano en final del Mundial de Clubes
El Mazembe congoleño se convirtió ayer en el primer finalista africano de la historia del Mundial de Clubes de la FIFA, al tumbar en Abu Dabi por 2-0 al Internacional brasileño, monarca de la Copa Libertadores.
Los goles de Kabangu (m.53) y Kaluyituka (m.85) dieron continuidad a la hazaña del bicampeón de África, que en los cuartos de final ya había dejado por el camino, contra todo pronóstico, al Pachuca mexicano, representante de la Concacaf.
Los africanos doblegaron a los brasileños gracias a su orden defensivo, a su rapidez en los contragolpes y a una brillante actuación del guardameta Muteba Kidiaba, que desbarató todos los ataques del mejor equipo de Sudamérica de esta temporada.
El Internacional, que se presentaba como favorito, controló el juego desde el pitido inicial, y buscó el ataque principalmente desde las bandas, con centros al área y con triangulaciones.
Pero la superioridad técnica de la medular del equipo brasileño no fue suficiente para superar al conjunto congoleño, bien plantado, y que supo leer el partido.
Los primeros instantes fueron los mejores para los brasileños, que se movían al compás del juego de Tinga y el argentino Andrés D׳Alessandro, que se movía razonablemente bien entre las líneas congoleñas.
La estrategia del Mazembe, para repetir la hazaña lograda ante el Pachuca, pasaba por ejercer una presión insistente en la zona ancha y encomendarse a la velocidad de sus hombres al contragolpe, lo que propició varios sustos a la portería de Renan ya en el arranque del encuentro.
Pero fue el guardameta africano, Muteba Kidiaba, el que tuvo que emplearse a fondo, sobre todo en los primeros minutos, primero para atajar una jugada de tiralíneas culminada por Rafael Sobis y después para sacarse de encima varios peligrosos remates a centros que caían como morteros desde las bandas.
Conforme avanzaba el reloj, los brasileños fueron aflojando el ritmo y calibraron sus acometidas cada vez con más paciencia y menos mordiente, mientras que los africanos enseñaban sus garras intermitentemente, cada vez que conseguían arrebatarle el balón a los de Porto Alegre en una zona peligrosa.
El primer zarpazo del Mazembe llegó al comienzo de la segunda mitad, en un remate colocado con mucha categoría obra de Mulota Kabangu, que recibió una asistencia de cabeza en medio del área grande, ante la laxitud y la perplejidad de la zaga brasileña.
Kabangu tuvo todo el tiempo del mundo para prepararse, elegir la escuadra izquierda del arco defendido por Renan y anidar el balón en las redes con un tiro firme.
El gol esfumó la mesura y la contención del Internacional, que se convirtió en un manojo de nervios y se arrojó contra la portería congoleña con más ansias que orden.
El entrenador Celso Roth buscó darle más velocidad al equipo y dio entrada a Giuliano, el héroe de la Copa Libertadores, y a otros jóvenes delanteros como Leandro Damião y Oscar, que se chocaron insistentemente contra el inspirado portero Kidiaba.
El Internacional, cada vez más desinflado, acabó sucumbiendo por su desorden defensivo en otro contraataque, que convirtió en gol Kaluyituka con un tiro raso a cinco minutos del final.
Vía: Jornada net
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