¿Por qué el Bernabéu silba a Cristiano Ronaldo?

Por estas cosas del fútbol, hay cuestiones que suceden y que son de difícil explicación. O no.

 

Una de ellas es que uno de los mejores jugadores del mundo, Cristiano Ronaldo, sea continuamente pitado por su público, la afición del Santiago Bernabéu. Es sabido que el portugués no es querido por la afición contraria, sea la que sea. Ya sea porque despierta envidias -como él dice-, o porque es, simplemente, uno de esos jugadores que más temen los rivales, lo cierto es que es continuamente pitado, insultado y despreciado por la afición rival.

Hasta ahí todo lógico. No lo es tanto que la afición propia pite a las primeras de cambio a su jugador estandarte. El portugués hace trizas récords goleadores, es competitivo y da continuas alegrías al madridismo. Sin embargo, eso no parece ser suficiente para tener el beneplácito de una afición siempre exigente con sus cracks.

 

Si hay algún fantasma que arrastra el luso es el de los partidos grandes. El delantero se ha borrado prácticamente de todos, haciendo hincapié en los clásicos ante el eterno rival, su auténtica cruz. El Bernabéu aún espera una gran actuación de su jugador ante el Barça. De momento, la ansiedad le ha podido en todos los partidos importantes, realizando en ellos sus peores actuaciones de lo que lleva en el Real Madrid. Además, las comparaciones con Leo Messi de momento han sido muy favorables al argentino, algo que le ha hecho mucho daño a CR. Incluso, en algunos clásicos se han oído leves silbidos del estadio blanco dedicado a su estrella.

 

El '7' también es criticado por su desproporcionada ambición. Una virtud que en él se convierte en defecto. Defecto porque le hace convertirse en un jugador individualista, algo de lo que peca mucho Cristiano y que no gusta en la grada. Dispara a puerta desde cualquier situación y un perenne estado de ansiedad pone nerviosa a la afición.

 

No ayuda que esa obsesión le haga tomar la decisión de tirar todas las faltas de las que dispone el Madrid cerca del área rival. El porcentaje de goles desde esta posición es muy pobre para el portugués, algo que le pasa factura respecto a sus compañeros y, sobre todo, en el sonido ambiente del Bernabéu, cada vez más desmotivado cuando el delantero va a lanzar un libre directo.

 

A pesar de su brega, de ser un jugador que siempre está al 100% en el campo, la actitud de Cristiano le condena. Sus continuos cabreos, gestos y miradas no gustan a la grada, que se harta y le pide más. Sin ir más lejos, su opción de no celebrar el gol ante el Granada el pasado sábado es algo que no le hace ningún bien respecto a su afición, a la que enciende -seguramente sin pretenderlo- aún más.

 

Números de crack

No hay duda de sus impresionantes números desde que llegó al Real Madrid (tiene el mejor promedio goleador de la historia del Madrid : 112 goles en 114 partidos), de que es un jugador que se emplea a tope físicamente y de que es, hoy por hoy, uno de los mejores futbolistas del mundo. Sin embargo, esto no es suficiente y la tristeza se adueña de Cristiano porque no consigue meterse en el bolsillo a su propia afición.

 

La vitola de estrella y su coste hace que se le exija más que a cualquier otro jugador. Y él debe saber lidiar con eso.

 

En el club blanco le disculpan: "Es muy exigente consigo mismo, pronto volverá a celebrar sus goles".// 20minutos.es