Tycho Brahe, investigador
Su nombre figura entre los más prestigiosos investigadores del cielo y las estrellas, en una época en el que aún no se había inventado el telescopio, principios del siglo XVII. Con instrumentos construidos por él mismo hizo asombrosas observaciones sobre el comportamiento de los astros que sentaron bases para los posteriores trabajos de Johannes Kepler, su sucesor.
Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 en Knudstrup, Escania, por entonces territorio perteneciente a Dinamarca y actual-mente a Suecia. Era el hijo mayor de una destacada familia muy ligada al rey. Durante su niñez y juventud su tío Joergen Brahe le proporcionó una sólida formación humanística en latín. En 1559, a la edad de trece años, fue enviado a la Universidad de Copenhague para emprender estudios de Derecho. Pero un acontecimiento de carácter astral llevó al joven universitario a interesarse por la astronomía. El 21 de agosto de 1560, durante su estancia en la ciudad, se produjo un eclipse total de Sol, este fenómeno había sido pronosticado por los astrónomos y la precisión de los datos impresionaron de tal forma que decidió estudiar en Copenhague matemática y astronomía, duran-te el resto de sus días se adentró cada vez más en ese terreno científico.
A partir de entonces, sus jornadas transcurrieron entre los estudios de Derecho, durante el día y la observación de las estrellas en las noches. También tomó notas de una edición en latín de los escritos de Ptolomeo.
Otro acontecimiento astronómico que determinó su vida fue en 1562, cuando dejó Dina-marca para marchar a la Universidad de Leipzig y completar sus estudios en Leyes, allí, el 24 de agosto de 1563, observó una conjunción entre Júpiter y Saturno, durante la misma descubrió un error en los cálculos en que incurrían las previsiones astronómicas: hasta de un mes, e incluso en las tablas más precisas varios días, entonces decidió ocuparse en adelante de corregir los datos astronó-micos obsoletos.
En 1565 regresó a Copenhague para luego partir en 1566 a la Universidad de Wittenberg, estableciéndose después en Rostock, en cuya Universidad se tituló en estudios que incluían astrología, alquimia y medicina.
Poco a poco Tycho Brahe fue alcanzado cierto renombre como erudito. La experiencia más grande realizada por él tuvo lugar el 11 de noviembre de 1572, cuando creyó haber descubierto una nueva estrella, más luminosa que Venus y en un lugar del firmamento en el que con anterioridad no había habido cuerpo celeste alguno. Lo que en realidad observó fue la explosión de un sol moribundo, una supernova en la constelación de Casiopea. Sus observaciones sobre el astro, hoy conocido como la supernova SN 1572 o Nova Tycho, las resumió en un libro titulado De Nova ste-lla, en el que aparece por primera vez en el vocabulario astronómico la palabra nova.
En 1573, a los 27 años empezó a convivir con Cristina, una mucha-cha de la zona de Knudstrup, nunca contrajo matrimonio con ella, de esta unión nacieron ocho hijos, sobrevivieron cuatro niñas y dos niños.
Al año siguiente, el rey de Dinamarca Federico II puso a disposición del joven científico la pequeña isla de Hven, en el estrecho de Ren-sund. En la isla se construyó dos observatorios dotados con un amplísimo instrumental, entre ellos cuadrantes y sextantes de producción propia. También hizo instalar una imprenta y hasta una fábrica de papel para la publicación de sus obras. Más de veinte estudiantes y asistentes ayudaban en la tarea de medir primero 21 estrellas y después toda una red de 756 estrellas adicionales.
Con esta base procedió a medir la posición del Sol, la Luna, los planetas y la de varios cometas, los cuales no se encontraban en el cielo terrestre como se creía sino fuera de ella, según llegó a comprobar él mismo durante la observación de una estrella fugaz. En base a sus observaciones publicó en dos volúmenes entre 1587 y 1588 el libro Astronomiae instauratae progymnasmata (Introducción a la nueva astronomía).
En cuanto al carácter de Tycho Brahe, se dice que era una persona extravagante, iracunda y peleona, fue por esta causa que el 29 de diciembre 1566, sostuvo un duelo con un aristócrata danés en el que un golpe arrancó la parte superior de la nariz de Tycho. Para ocultar la herida debió utilizar una prótesis de oro y plata, que portó hasta el final de su fina con gran majestad.
Cuando el sucesor de Federico II, Christian IV, redujo los medios puestos a disposición de Brahe, el astrónomo abandonó las instalaciones y se trasladó en 1599 con todo su instrumental a la ciudad de Praga. El 13 de octubre cayó gravemente enfermo a causa de complicaciones serias de uremia, finalmente, el 24 de ese mismo mes de 1691 falleció dejando a Johannes Kepler en herencia todos sus descubrimientos y la tarea de terminar las Tablas rudolfinas. En vida mantuvo la concepción de que la Tierra era un cuerpo fijo, en torno al cual giraban a su vez la Luna y el Sol, mientras que Marte, Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno gira-rían alrededor del Sol.// El Diario (BO)
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