Los motivos reales por los que sigues con tu pareja (cuando las cosas no funcionan)
Casi todos los matrimonios a lo largo de su vida han sufrido problemas que les han llevado a tener dudas más o menos serias sobre el futuro de la relación. Si alguna vez has pasado por una situación similar quizá no tendría por qué ser de especial gravedad, pues en una relación de pareja la convivencia puede generar conflictos.
Muchos son los apuros que pueden afectar a un matrimonio. Infidelidad, mentiras, egoísmo, abstinencia, anteponer a tu familia, etc. El doctor Fredric Neuman, director del Anxiety and Phobia Treatment Center, afirma en Psychology Today que durante muchos años ha encontrado numerosas parejas con todos estos tipos de problemas y que reconocen estar hartos de sus matrimonios, pero que no están dispuestos a acabar con su relación.
Los motivos para seguir con la pareja pueden ir desde el propio convencimiento de que la situación puede ser revertida, hasta otros condicionantes de carácter externo. Para Neuman, los tres motivos exteriores más habituales por los que las parejas mantienen su relación, pese a no querer seguir juntos, son los siguientes:
Niños
Pese a que muchos terapeutas opinan que los divorcios, cuando existen niños dentro de la relación, solo deberían llevarse a cabo en casos radicales, Neuman opina que no debería ser así, ya que puede ser mucho peor para los niños el ver que sus padres se llevan realmente mal. Además, opina que la gran mayoría de niños pueden convivir con ello y no quedar marcados por este hecho. Incluso, señala que ha tenido a pacientes ya adultos que le han confesado que sus padres deberían haberse divorciado debido a la pésima convivencia que tenían.
Dinero
Este problema afecta a muchas parejas, ya que vivir separados es mucho más costoso que juntos y el propio proceso de divorcio también cuesta un dinero que hay matrimonios, incluso de clase acomodada, que no están dispuestos a asumir. Pero Neuman considera que cuando el problema sea de extrema dificultad suele hacer un esfuerzo económico para poder finalizar el matrimonio.
Amigos y familia
Muchas parejas con el paso del tiempo llegan a compartir amistades, por lo que puede volverse especialmente complicado romper la relación por temor a los posibles cambios que podrían afectar al entorno de ambos. Por otro lado, también existen numerosas parejas en las cuales los familiares políticos se acaban convirtiendo casi en la propia familia del sujeto. Sin embargo, Neuman afirma que conoce un gran número de relaciones en las que, tras llegar a su fin, sigue existiendo una estrecha confianza con los suegros o cuñados.
Los casos más graves
Según el criterio de Neuman, son cuatro los motivos más reales, y que destacan por encima del resto, para no terminar con una pareja pese a no querer estar con ella. El primero de ellos es la vergüenza, ya que muchas parejas lo consideran especialmente embarazoso y prefieren ser infelices en su relación que reconocer al resto que algo ya no funcionaba.
Otro motivo muy habitual es la falta de estima, ya que numerosas personas con el paso del tiempo y el envejecimiento ya no se consideran lo suficientemente atractivo ni tienen la confianza necesaria para seguir con una etapa nueva en solitario.
Neuman también afirma que la falta de imaginación es un problema que afecta a muchas personas que no son capaces de imaginar una nueva vida porque su matrimonio les ha absorbido de tal manera que la gran mayoría de su existencia, de una forma u otra, estaba vinculada con su pareja y todo lo referente a la relación.
Por último, el doctor estadounidense señala la importancia que tiene el temor a no volver a sentir el amor de nuevo, lo que podría conllevar una pérdida de autoestima y una falta de confianza en uno mismo, lo que impediría el tener el aplomo suficiente para terminar con la relación.// El Confidencial (COM)
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